Una noche inexplicable

Juan y Brenda estaban recostados a un lado de la fogata, las risas se diluyeron en un segundo, el silencio fue evidente; Brenda sintió un fuerte escalofrío qué fue notorio para Juan, sin dudarlo y sin decir nada se metieron a la tienda de inmediato, (como si esta fuera una fortaleza impenetrable), tomaron sus sleepings y se recostaron, el silencio se desvaneció, se escuchaba como caían los trastes qué se encontraban afuera, pisadas fuertes que rodeaban la tienda y levantaban la tierra y el pasto, una especie de sonidos que parecían ladridos ensordesedores, y una pelea de animales que no se alcanzaban a distinguir. Brenda y Juan se asustaron aún más cuando las fauces de "algo" se alcanzaban a marcar alrededor de la tienda tratando de alcanzar alguna de sus extremidades, pensaban que la tienda se caería, Juan solo con una seña le pedía a Brenda que guardará silencio y no se moviera. Brenda no podía más, Juan se limitaba a tomar la mano de Brenda y apretarla lo más fuerte posible, de pronto de un segundo a otro todo se calmó, ya no había un solo ruido extraño afuera, la tienda se quedó estática otra vez, los dos solo se quedaron mirando hacia el techo dentro de ella, una lagrima rodaba sobre la mejilla de Brenda, todo había terminado. Juan se incorporo poco a poco, le susurro a Brenda que saldría a ver, ella le pidió que no lo hiciera, Juan le reitero que todo estaba bien; poco a poco deslizó el cierre de la puerta, primero solo se limito a mirar a través de un pequeño espacio, afuera estaba tranquilo, abrió lentamente toda la puerta, salió cauteloso y lo que miró lo dejó sin palabras, todo estaba en su lugar, los trastes, la fogata encendida, camino un poco hacia el frente, rodeo la tienda y no había ni una sola pisada de algún animal conocido o extraño, el pasto estaba tal cual lo habian visto antes de entrar, ahí no había ocurrido obsolutamente nada, unos campistas pasaron cerca y le desearon las buenas noches a Juan, él correspondió el saludo sin entender aún lo que había pasado, se inclinó por la puerta para decirle a Brenda que todo estaba bien que era seguro que podía salir, ella estaba cubierta de pies a cabeza; Juan le pidió que se descubriera, que no había ocurrido nada, ella no hizo ningún movimiento ni contestó, Juan jalo un poco el sleeping para encontrarse con una escena aterradora, Brenda se encontraba inmóvil con una mirada que expresaba un miedo indescriptible, la sangre empezaba a escurrir, Juan retiro un poco más el sleeping para darse cuenta que el corazón de Brenda ya no estaba.