Celebrando el bello arte del Actor en el día internacional del Actriz y el Actor
- Noemí Cervantes
- 26 ago
- 2 Min. de lectura
Hoy, en el Día Internacional del Actriz y Actor, reflexionamos sobre la magia y el talento que los artistas aportamos a la vida de las personas. Nosotros los actores tenemos la capacidad única de transformar una historia, hacerla real, visceral, y hacer sentir cada emoción como si fuera propia. Ya sea en teatro, cine o televisión, nuestro trabajo requiere dedicación, sensibilidad y una pasión inquebrantable por contar historias humanas y no humanas.
Con el acto de ponernos en la piel de otro personaje, de vivir vidas ajenas, los invitamos a explorar diferentes perspectivas y comprender mejor el mundo que nos rodea. Es esta entrega y vulnerabilidad lo que nos hace a los actores verdaderos artistas, capaces de tocar sus almas con cada escena.
En ese espíritu, no puedo dejar de mencionar una frase que resonó en la película -La boda de mi mejor amigo-:"¿Michael persigue a Kim, tu persigues a Michael y quién te persigue a ti?" Es un recordatorio de cómo todos estamos en nuestras propias búsquedas y persecuciones, igual que los personajes que vemos en la pantalla. La vida, como la actuación, es una constante búsqueda de conexión, reconocimiento y autenticidad.
Hoy, celebramos a todos los actores que, con su talento, nos
llevaron y llevan a través de historias llenas de drama, amor, risas y lágrimas. Procuramos enseñar la importancia de la empatía y la creatividad, a inspirar y seguir persiguiendo los sueños que tengan cada uno (igual que los personajes que dan vida en cada escena).
A los actores que día a día enfrentan el desafío de interpretar sin perder su esencia, les agradezco por su entrega y por recordarme que, en el fondo, todos buscamos ser entendidos y amados por quienes somos. En esta fecha especial, reconozco y valoro su trabajo, esa labor silenciosa pero poderosa que enriquece nuestra cultura y nos conecta con nuestra humanidad.
¡Feliz Día Internacional del Actriz y Actor! Que nunca deje de brillar esa chispa que hace posible transformar el simple acto de actuar en magia pura. Y que, quizás, en algún momento, todos podamos ser protagonistas de nuestra propia historia, encontrando aquello que nos hace sentir vivos.

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